Dependiendo de la zona donde vivas y te desenvuelvas, el agua, que llega a través de las tuberías, puede cambiar sus propiedades, lo que la hace en algunas ocasiones, inservible para el consumo humano y las actividades diarias. Frecuentemente, suelen llegar con exceso de sal y también de cal, al igual que de bacterias, que pueden matar nuestro sistema digestivo con solo una probadita, los riñones son los órganos más afectados en estos casos. Para ello, la osmosis inversa, es el tratamiento ideal para depurar el agua que llega a nuestra casa.
Este dispositivo, podrá limpiar y purificar el agua para que pueda consumirse y utilizarse sin ningún tipo de problemas, dejándola libre de bacterias y con menos residuos de cal al igual que de sal. Para saber que tan dura es el agua que llega a tu casa, es necesario realizar un “test de dureza”, que puedes adquirir en cualquier ferretería o llamar a un fontanero de confianza para que te lo realice, si esta cuenta con mucha dureza, la depuradora que vas a instalar, debe contener osmosis inversa para que se convierta en 100% potable.
El significado de la palabra osmosis, proviene del lenguaje griego, y significa impulso o la acción de empujar algún objeto. Llevándolo al contexto del agua, se trata de dos soluciones: una concentrada y otra diluida que realizarán el proceso de depuración dentro de las tuberías para que queden limpias y puras. Cabe resaltar que ambas soluciones contienen diferentes partículas en su composición química, las cuales son segmentadas por una membrana semipermeable que generará un flujo de encuentro.
Los componentes de una depuradora de agua por osmosis pueden colocarse debajo del fregadero, de forma sencilla y sin ocupar espacio dentro de la casa. Un punto que llama bastante la atención es que tienen varios filtros que ayudarán al agua a limpiarse mejor; el primero de ellos, tratará los sedimentos, haciendo a un lado, todas las partículas que a la larga, hacen daño a nuestro organismo. Mientras tanto, el segundo de carbón prensado, es el más importante de toda la depuradora, gracias a él, podrá retenerse el cloro, y evitar que se dirija a la membrana de osmosis, de lo contrario tendrá que cambiarse la tubería e iniciar de nuevo el procedimiento.
Por último, se encuentra el filtro de carbón granulado, encargado de recoger los sedimentos que se asienten. Después de haber pasado por cada uno de ellos, el agua llegará a la fase de la osmosis, donde se reducirá el contenido de sales minerales en un 95%. Expertos aseguran que después de haber aprobado este proceso, el vital líquido será osmotizado y concentrado. De esta manera, podrá equilibrarse el Ph del agua para obtener mejor sabor y haciéndose apta para el consumo.
Este procedimiento ofrece muchas ventajas, desde su instalación, que puede ser realizada por el propio consumidor en un corto tiempo, sin embargo, no debe descartarse la posibilidad de que sea realizado por un fontanero de confianza, con la finalidad de reducir el margen de error y la posibilidad de daños tempranos dentro del sistema. Para realizar dicho procedimiento, no se debe estar conectado a ninguna fuente de energía eléctrica, además de ahorrarla, sirve para fomentar la disminución del consumo de agua embotellada, para evitar gastos innecesarios de dinero.
Finalmente, debes recordar cambiar los filtros cada cierto tiempo para evitar cualquier falla, consulta a tu fontanero de confianza para que te indique los pasos a seguir.